Sin plasma, no estaría viva ahora

Los levantadores de pesas son fuertes. No se trata solamente de la capacidad física, sino también de la capacidad psicológica. Cuando Elyse, una empeada de Octapharma, ganó su primera competición de levantamiento de pesas, ya había conquistado muchos de los obstáculos a los que se enfrentaba para hacerse ganadora antes de poner un pie en el gimnasio.

En 2008, Elyse tuvo un terrible accidente de coche que la dejó incapacitada para caminar durante más de 18 meses. Sufrió la rotura de varios huesos, un pulmón colapsado, y profundas laceraciones en su pierna izquierda. Aunque no recuerda mucho de ese día, sí le queda la imagen de lo que le salvó la vida: una transfusión de plasma.

De camino al hospital y durante sus numerosas operaciones, Elyse recibió varias transfusiones ya que había perdido mucha sangre. Se necesitaron unas 40 donaciones independientes para producir los medicamentos que le salvarían la vida.

Plasma: un recurso increíblemente valioso

El plasma es un recurso increíblemente valioso para la comunidad médica para tratar tanto los pacientes con traumatismo como aquellos con enfermedades raras crónicas. El suministro de plasma depende por completo de donaciones humanas.

Desgraciadamente, los accidentes de coche como el que tuvo Elyse son comunes. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico (NHTSA, por sus siglas en inglés) estima que cerca de 43 000 personas murieron en accidentes de motor en los EEUU en 2021, y que la cifra global asciende a 1,4 millones.

“La cantidad de donaciones de plasma necesarias para tratar a las decenas de miles de personas que sufren accidentes con lesiones en los EEUU cada año te hace darte cuenta de lo importante que es esta industria”, dice Elyse.

Unos años después de su propio accidente, Elyse entró a trabajar para Octapharma, donde es ahora supervisora de Garantía de Calidad. En su puesto, educa y desarrolla al equipo, a la vez que garantiza el bienestar de los donantes, y la seguridad de los pacientes. Aunque su trabajo fue inicialmente independiente de su relación con el plasma, Elyse ahora busca educar al público sobre la importancia de la donación de plasma en su vida profesional.

Cada donación realmente importa

En los años que han pasado desde el accidente, Eyse ha invertido mucho tiempo en su rehabilitación. Gracias a incontables horas de gimnasio, se ha convertido en una consumada levantadora de pesas. Elyse piensa que las transfusiones que recibió le ayudaron a dejar atrás las limitaciones físicas provocadas por el accidente.

A día de hoy, Elyse quiere mostrar al mundo el cambio radical, el cambio de vida, que puede darse gracias al plasma. Aprovecha todas las oportunidades que le brindan para decirle a los donantes de plasma de Octapharma que sus donaciones realmente importan: “Sin ellas, simplemente hoy no estaría viva”.